Definir una adicción puede ser complicado, pero hacerle frente lo es todavía más.
Para empezar, debemos diferenciar entre el abuso de sustancias y la adicción.
Puede parecernos que no hay diferencia, pero sí la hay. El abuso de sustancias consiste en consumir una materia (ilegal o legal) de manera incorrecta y desmesurada. Las adicciones por lo general suelen empezar como abusos.
Existen muchos tipos de adicciones y muchas de ellas son a sustancias legales.
La adicción como tal es la falta de control sobre el deseo de consumir que puede llegar a tener una persona por una sustancia concreta.
Existen dos tipos de adicciones, dándose casos en los que se encuentran ambos:
Adicción física: En este tipo te vuelves dependiente de una sustancia, tu cuerpo aumenta la tolerancia a dicha sustancia y cada vez la dosis necesaria es mayor. Cuando el individuo deja de consumir aparece el famoso “síndrome de abstinencia” o como comúnmente se le conoce, “el mono”.
Adicción psicológica: En este caso se produce una sensación de anhelo desmesurado por consumir la sustancia en cuestión. El anhelo es tan fuerte que se convierte en el centro de la vida del individuo, impidiéndole llevar una cotidianeidad común.
¿Cómo podemos detectar una adicción?
Hay dos tipos de signos, físicos y psicológicos, que nos pueden dar algunas pistas, pero debemos recordad que siempre debe ser un profesional el que debe determinar el estado y la situación de cada individuo.
Signos físicos:
• Alteración de los biorritmos nocturnos y descontrol del sueño.
• Cambios en los hábitos alimenticios, incluidos el aumento o la pérdida de peso.
• Sensación de malestar general.
• Aumento del consumo de dicha sustancia, ya que con un consumo normal ya no produce el efecto común.
Signos psicológicos:
• Aumento de la irritabilidad y la ansiedad (normalmente ocasionado por la falta del consumo de dicha sustancia).
• Actitudes hurañas como ocultar información o romper lazos sentimentales.
• Pérdida de interés en actividades que antes eran placenteras para el individuo.
• Problemas de rendimiento intelectual.
• Cambios en los círculos sociales (nuevas amistades que padezcan la misma situación que el individuo)
• Gestiones económicas atípicas como vender pertenencias (para poder consumir dicha sustancia) o incluso robar.
• Cambios de estados de ánimo o depresión.
No debemos olvidar que los signos anteriormente enumerados también pueden coincidir con muchas otras causas, así que no hay que precipitarse y debemos pedir ayuda a un experto.
¿Cómo encontrar ayuda?
Reconocer que tenemos un problema es el primer paso en este proceso.
Se tiende a creer que se puede superar solo y sin ayuda, pero rara vez funciona.
Lo mejor y lo primero que debemos hacer es hablarlo con quien pueda beneficiarnos más y ayudarnos a encauzar el proceso, ya sea, un familiar o un amigo que sepas que va a entender tu situación.
Juntos será mucho más sencillo iniciar este proceso, seguidamente debéis contactar con un profesional que definirá las pautas necesarias para tratar esta situación.
Aunque la compañía de un amigo o familiar es de gran ayuda, también puedes pasar por este proceso sin acompañamiento, lo importante es acudir a un profesional.
“Creo que tengo una adicción, ¿qué hago?”
Admitir el problema: Como decíamos antes, admitir el problema es el primer y el mayor paso a dar.
Tomar consciencia: Realiza una autoevaluación, ya eres consciente de la adicción, pero ¿qué vas a hacer ahora? ¿Estás preparado para enfrentarla?
Busca ayuda: Lo más seguro es que necesites un profesional, no tengas miedo estamos aquí para ayudarte, para definir unas las pautas de acción, terapias o tratamientos necesarios para conseguir que dejes atrás la adicción.
Apóyate en tus seres queridos: Contar con la gente que más te conoce y a la que eres más afín es un gran beneficio. Te pueden ayudar en los momentos de mayor debilidad y alejarte de las situaciones que te acercan a la adicción.
Grupos de apoyo: Esta opción suele crear rechazo de primeras, pero está comprobado que conocer otros casos como el tuyo y sentirte apoyado por gente que te está en tu misma situación tiene grandes beneficios en un proceso tan duro como puede ser dejar una adicción. El profesional al que acudas te indicará si esta actividad puede serte de ayuda.
Evita tentaciones: Deberás intentar alejarte de situaciones que puedan incomodarte o hacer que te sientas tentado. Por ejemplo, si eres adicto al alcohol en lugar de quedar con tus amigos para ir a un bar podéis quedar para pasear o para ir al cine, de esta manera sigues manteniendo relaciones sociales, que son de gran ayuda.
Cuidado al empezar a mejorar: En esta etapa es más fácil que te dejes llevar por la emoción que conlleva el estar superando una adición. Debemos minimizar las recaídas, que aunque forman parte del proceso de superación de la adicción, debemos olvidarnos del “por una vez no pasa nada”, sí pasa.
Mantenerte positivo: Debes recordarte todos los días que sí que puedes conseguirlo. Así como cualquier persona puede caer cualquiera puede levantarse. Los profesionales estamos aquí para ayudarte, no dudes en contactarme si padeces una adicción o crees que podrías tener una.
No dudes en contactarme si padeces una adicción o crees que podrías tener una.
Si tienes alguna consulta estaré encantado de resolver todas tus dudas, escríbeme al [email protected] o llámame al +34609877339
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